Apuntes mensuales: DICIEMBRE
Duodécimo y último mes del calendario actual, ocupó el
décimo lugar en tiempos de Rómulo; por eso su nombre se deriva de! latín
Decemher. estaba consagrado a Vesta. Hacia el 21 de diciembre es
el solsticio de invierno, cuando las noches son las más largas del año. Tiene
el mes treinta y un días. Existe una costumbre popular, por la cual sabremos
cómo nos resultará el año que pronto va a entrar. La noche del 31 de diciembre
se colocan debajo de la almohada tres papeles iguales, donde se escriben las
palabras bueno, regular, malo. A la mañana siguiente sacaremos un papel al
azar, y así será el año para nosotros. La piedra amuleto del mes es la turquesa,
emblema del éxito, y sirve desde el 21 de noviembre al 20 de diciembre. Está
consagrada a Saturno, proporciona éxitos económicos y sentimentales. Está el mes bajo la influencia de Sagitario desde el día 1 hasta el 21, y bajo la de
Capricornio desde el 22 hasta el final. Días nefastos: el 7, el 11 y el
20.
Es el mes de las máximas fiestas del año. Adornaremos
nuestra casa para conmemorar el nacimiento de Jesús, para celebrar el año
nuevo, para participar en la alegría general.
Refranes del mes
Diciembre es del año el mes más anciano.
En diciembre, heladas, y migas a almorzadas.
El mes de la Pascua pásalo junto al ascua.
Quien diciembre salva, la vida hará larga.
Las flores del mes y su significado
La azalea significa alegrías en el amor. El narciso
es el símbolo del del amor propio; el narciso de los valles significa
esperanzas falsas, es el símbolo de la modestia: significa amor oculto; la violeta
blanca, promesas.
Poema mensual
Villancico
Este Niño y Dios, Antón,
que en Belén tiembla y suspira,
con unos ojuelos mira
que penetra el corazón.
Este Niño celestial
tiene unos ojos tan bellos,
que se va el alma tras ellos
como a un centro natural.
Ya es Cordero, y no es León,
y como dejó la ira,
con unos ojuelos mira
que penetra el corazón.
Antiguamente miraba
en nube, monte y en fuego,
y, en ofendiéndole, luego
del ofensor se vengaba;
mas después que vino, Antón,
donde como hombre suspira,
con unos ojuelos mira
que penetra el corazón.
No se dejaba mirar
envuelto en nubes y velos;
ahora en pajas y hielos
se deja ver y tocar;
como mira a los que son
la causa por quien suspira,
con unos ojuelos mira
que penetra el corazón.
LOPE DE VEGA (1562-1635)